Los famosos y sus meteduras de pata en twitter

El primero que empezó a destacarse fue Alejandro Sanz. Cuando la Ley Sinde fue tumbada en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados llamó "cobardes" a los políticos españoles. A partir de ese momento, su Twitter fue objetivo de las críticas. Sanz pareció no llevar muy bien las críticas y, el pasado 18 de enero se despachó a gusto contra sus detractores: "A los que me atacan con tanta pasión. Úsenla para ayudar donde hay injusticias de verdad. No sean cagones. A mí me resbala. Demuestren que están a favor de los derechos. De los derechos de los niños con sida en África a tener medicación a su alcance. No me jodan con estupideces (...) y si no tienen huevos, cállense, cagones".

Muy maleducado con sus seguidores y además con mal gusto. Los seguidores no son solo para decir que bueno estas y que bien cantas, responden a los tuits con sus opiniones,tan respetables como las de Sanz,pero claro si no le ríen las gracias ya no le gusta y los insulta.

Más peliagudo ha sido el caso de Nacho Vigalondo. El director salió el otro día por peteneras con un tuit que ya es un clásico de la cultura popular: "Ahora que tengo más de 50.000 'followers' y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El holocausto fue un montaje!". Éste y otros textos con chascarrillos sobre el exterminio judío provocaron que 'El País' retirase una campaña publicitaria protagonizada por él y que cerrase el blog que el cineasta mantenía en la edición digital del medio.

Y, por fin, el último capítulo lo ha escrito David Bisbal, el ex concursante de 'Operación Triunfo' se metió en terrenos de análisis político en otro 'tuit' igualmente memorable: "Nunca se han visto las pirámides de Egipto tan poco transitadas. Ojalá que pronto se acabe la revuelta". Numerosos tuits respondían a Bisbal en tono de sorna o burla por su ingenuidad. Bisbal tampoco encajó bien el golpe y se pilló su correspondiente mosqueo: "El insulto es lo único que os queda. Bueno, y también mucho tiempo libre".

Lo mejor en estos casos es pensar antes de escribir. Los 140 caracteres de Twitter pueden ser muy peligrosos si no se usan con cabeza. No es lo mismo decir tu opinión junto a una barra de bar con dos copazos de más que difundirlo a los cuatro vientos en la Red.

Quizás su ignorancia e ingenuidad les haga pensar que pueden escribir lo que piensan,pero si lo hacen así que tengan en cuenta que tanto sus seguidores como los diferentes medios de comunicación que también siguen a los famosos pueden juzgarlos y responder sus tuits.