En un restaurante de Ribarroja han decidido montar una piscina llena de barro y soltar a dos chicas furiosas dentro y contratar a unas strippers para acompañar los postres.
De lunes a viernes aprovechan la cercanía de los almacenes de varias grandes superficies comerciales para servir almuerzos y comidas a precios populares, y 3 días a la semana tienen espectáculo.
El espectáculo tiene lugar entre la comida y la sobremesa, y las chicas, profesionales contratadas en una agencia, deciden el número de pases. Algunas prefieren hacer uno largo. Después se cambian y se quedan a charlar con los clientes. Y otras prefieren hacer pausas y salir varias veces. Además aparecen vestidas de enfermera, policía, o…con el fin de generar más morbo si cabe.
Resulta increíble ver lo que se puede llegar a hacer para atraer clientela al negocio, pero es obvio que algo hay que hacer en estos tiempos. Y no solo por el bar sino también las chicas encuentran de este modo un trabajo, que al menos, es diferente a las despedidas, etc.
Supongo que los habrá a favor y sobre todo en contra. Mi opinión es que mientras no comentan ningún delito,estan en su derecho de buscarse la vida como puedan. ¿Qué opináis?
3 comentarios:
Yo de mayor quiero ser ¡¡¡Puta!!!
Ya sabes eso de "vive y deja vivir", no? Pues eso mismo!
Besos, Juancar!!
Ay Juancar, mi compañero de trabajo me acaba de comentar esta misma noticia... de hecho creo que están pensando en ir....
yo, no digo ná... jajajaj
Besines
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