
El parlamento se opuso hoy por mayoría absoluta a la
ampliación de la jornada laboral hasta un máximo de 65 horas semanales y frenó así la aprobación pactada por los gobiernos de la Unión Europea (UE) el pasado mes de junio para modificar la Directiva de ordenación del tiempo de trabajo,medida que, contó con el rechazo de España (que se abstuvo), Francia,Italia, Grecia y Chipre.
Los sindicatos habian convocado una "euromanifestación" que partió del centro de Estrasburgo (Francia),donde esta la sede del Parlamento Europeo,para llegar hasta las inmediaciones de la Eurocámara y pedir a los eurodiputados que rechazaran la ampliación de la jornada laboral , pues consideran que esta medida reduce los derechos de los trabajadores de "una forma silenciosa,inexorable y contraria a la ley".
En nuestro país ,el Congreso de los Diputados expresó su rechazo unánime el pasado septiembre con el voto de todos los parlamentarios presentes en la Cámara,como también lo hizo con anterioridad el ministro de Trabajo Celestino Corbacho, que lo califico como "un disparate".
Por el contrario, en 2006, el Gobierno español hizo una llamada a las empresas para que redujeran el tiempo de trabajo siguiendo el "modelo europeo",y afirmando que la jornada laboral en España es una de las más largas de Europa.
Pero, ¿que pretendía la UE?, ¿aumento de la productividad?,¿volver al pasado con jornadas laborables maratonianas?. Parece que camine hacia atrás ,en lugar de mirar hacia delante. Acaso piensan que es necesario trabajar más para ser más productivos. Es un sin sentido donde no se entiende nada.
Actualmente prima la demanda de trabajar menos para vivir mejor. Es lo más razonable y deseable en el contexto de una sociedad de bienestar,siempre y cuando incluya a todas las personas con independencia de su clase social, género y etnia.
Ya a finales de los años ochenta nació en Estados Unidos el movimiento
downshifting, justo en pleno auge de la cultura yuppie. Muchos ejecutivos se dieron cuenta que ganaban mucho dinero,pero no disponían de tiempo para poder disfrutarlo,con la consecuente pérdida de salud, vida familiar, tiempo de sueño, tiempo de ocio,...Este movimiento preconiza el principio de trabajar menos para vivir mejor y con menos dinero,renunciando a determinados gastos y cambiando la filosofía de vida.
Ya lo dice el refrán,"no es más feliz el que más tiene,sino el que menos desea",es decir, si uno adecua lo que gana a lo que gasta, no viviendo por encima de sus posibilidades, puede ser feliz con lo que tiene y trabajar menos horas con el consiguiente aumento del número de horas con la familia,que lo cierto es que eso no tiene precio. El poder ver crecer a tus hijos y no llegar a casa cuando están acostados,poder dedicarles tiempo para jugar con ellos, ayudarles en los deberes o simplemente leerles un cuento llena mucho más que el dinero .
Esta demostrado además que horarios laborales intensivos,de siete a tres,sin partición de la jornada, produce un aumento de la productividad en torno a un 20% y se reduce un tercio el absentismo laboral.
Rectificar es de sabios. Hay que aplaudir a los eurodiputados por no haber sacado adelante esta propuesta que va en contra de todos los principios del trabajador. Si ya disponemos de poco tiempo hoy en día para nuestros hobbies,esto era lo que faltaba. En ese caso no hubiéramos tenido ni tiempo ni ganas ni para conectarse a la red ni de hacer el amor como comentaba ayer.