sábado, 16 de abril de 2011

Cuando el matar sale barato

Antón Troitiño, miembro del “comando Madrid” de ETA y asesino de 22 personas, ha quedado en libertad esta pasada semana tras cumplir 24 de los más de 2.700 años de cárcel a los que fue condenado.

Ha cumplido unos 13 meses por cada uno de los asesinatos cometidos. Cuando un asesino de una sola víctima permanece ese mismo tiempo privado de su libertad.

¿Alguien lo entiende? ¿Qué tipo de justicia tenemos? ¿Hay que cambiar las leyes? ¿Es justa la justicia (valga la redundancia)?

Parece que en este país da igual cometer un asesinato que cincuenta, se cumple una sola pena. No entiendo la chorrada de condenar por mil, dos mil o cien mil años de cárcel, si al fin y al cabo hay un tiempo máximo que se puede permanecer encarcelado. Mejor sería una sentencia más racional y que se cumpliera integra.

Además para terroristas y en general cualquier asesinato, no debería aplicarse ninguna reducción de la pena impuesta aunque vayan a misa todos los días de su permanencia en prisión. El comportarse bien y hacer determinados trabajos mientras cumplen condena debería ser una obligación con la sociedad (pues encima nos cuesta mucho tenerlos a pensión completa) y no un acto para permutar por años de prisión.

Estos personajes se ríen de la justicia, de la sociedad, de los familiares de las víctimas y en definitiva de todos nosotros. Troitiño era compañero de comando del "popular" De Juana Chaos e incluso fueron arrestados en la misma operación policial y ambos están en libertad, dos de los etarras más sanguinarias que ha habido.

Casos parecidos ocurren con los menores de edad que cometen delitos de sangre. Y nadie se plantea hacer algo para cambiar la situación. El Código Penal debe ser modificado en muchos y diferentes aspectos si queremos tener un país donde se pueda hablar de una Justicia justa para todos por igual.

2 comentarios:

Lourdes dijo...

En este país, ser un delincuente y un chorizo sale pero baratísimo. Porque es que los únicos que tienen derechos son siempre ellos.


Un beso, Juancar!

Anónimo dijo...

yo no puedo comprenderlo, me parece que la vida de otra persona sale demasiado barata, y no concibo que pueda ser así!
Besines

 
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