Diez años de vida resumidos en sólo un minuto y 26 segundos. Es el tiempo que se tarda en superponer una sobre otra las fotografías, todas desde la misma distancia y en un primer plano, de la pequeña inglesa Natalie Starting. Una cada día, desde su nacimiento hasta su décimo cumpleaños.
Las instantáneas, en torno a 3.000, pasan ante los ojos a una velocidad de vértigo, algo imprescindible para percibir cómo va cambiando el rostro de una persona con el paso del tiempo.
Casi que estoy por hacer lo mismo con mi cara,pero indudablemente no seria tan bonito y tierno como el de esta niña inglesa,así que por el momento desisto del experimento ;).
3 comentarios:
Joé, qué arte el padre, no?
Te imaginas? -"Niña, las cinco de la tarde... Es la hora de la foto diaria, ponte ahí!"-.
jajajaajajajaja
Besos, Juancar!!
No lo había escuchado. Pero es impresionante. Eso si que es tenerle apego al recuerdo. Genial el blog. Un beso. Te sigo.
Lourdes Si,si Lou,perseverante en su empeño jejjeje
Besitos!
MARIA Muchas gracias.
Un beso!
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