Último día, última etapa, y un único objetivo: llegar a Santiago.
Nuestro hospedaje se encontraba al final del pueblo de Pedrouzo, y por lo que nos comentó la dueña de la pensión ningún bar próximo abría antes de las siete o siete y media de la mañana .Demasiado tarde.
Las opciones eran dos, la primera retroceder casi un kilómetro para desayunar al inicio del pueblo o salir sin desayunar y hacerlo a unos 3 Km. Optamos por la segunda, pero eso conllevaba salir más temprano para compensar el rato del desayuno y que no se hiciera demasiado tarde en llegar a Santiago.
Estaba más oscuro que normalmente, la madrugada era bastante fría. Al dejar atrás el pueblo y su iluminación conectamos inmediatamente con el camino. Solo unos caminantes que vimos pasar por delante. No había nadie más. Era muy temprano y oscuro.
Inmediatamente nos dimos cuenta que no se veía el camino y nos tocó sacar por primera vez la linterna. Aunque pequeña daba suficiente luz para seguir el camino y sus ya familiares flechas amarillas que indican la dirección.
¡Por fin el desayuno! Al reiniciar la marcha ya era de día y el camino estaba bastante más frecuentado. No importaba que el camino fuera bonito o feo, fácil o difícil, lo importante era que era la última etapa y estábamos muy cerca.
Las piernas iban solas, no hacía falta motivación alguna, la ilusión por llegar era suficiente motivación.
Al llegar al Monte do Gozo, a pesar de los kilómetros y el cansancio acumulado en las piernas nadie se resiste a subir y tener la primera vista de la ciudad de Santiago.
La vista, aunque no muy hermosa pues apenas se divisan las agujas de la catedral, emociona al caminante e ilusiona más todavía si cabe en recorrer los últimos cinco kilómetros.
Al cruzar un puente de sobre la autovía se encuentra el letrero de Santiago. Ya estamos en la ciudad, ahora queda un paseo triunfal, merecido y muy emocionado hasta la catedral.
Al llegar la típica cola para recoger la Compostela, otra para poder abrazar al apóstol y por último escuchar la misa del peregrino.
Ahora toca descansar unos días con la satisfacción de haber cumplido el objetivo.
Contra desinformación, más educación
Hace 3 horas
6 comentarios:
Muchas gracias por los posts
Me ha recordado cuando hice parte del camino, las experiencias y emociones
Gracias
Enhorabuena, Juancar!
Al final lo conseguiste. Bueno, da la impresión de que todos lo hemos conseguido contigo, que hemos ido ahí a tu lado, aunque fuera en la distancia.
Un beso enorme!!
Viviendo como viví 12 años en Santiago, a 500 metros de la catedral, lo del camino de Santiago siempre lo he visto como un ¿para qué?
Ahora vivo en Coruña, y estamos pensando en hacerlo enterito, desde Roncesvalles, cuando la peque de la casa cumpla los diez, palmo arriba o abajo, y en bici. Ahora tiene siete, a ver si es verdad.
Me alegro de que haya sido tan emocionante, y que hayas llegado en buen estado!!!! Un beso Juancar
OLe! pero qué sensación más increíble es cuando estás llegando a Santiago, ya no hay cansancio, sólo ilusión y satisfación!
Besines
Miriam Gracias a ti por leerlo y me alegra te haya traido buenos recuerdos.
Un saludo
Lourdes Gracias Lou! Al menos he intentado trasmitir mis sensaciones de cada etapa.
Un besazo!
Titajú Suele pasar lo tienes cerca y no lo valoras. Luego sales de viaje y visitas hasta una cueva que hay cualquier chorrada,es así.
Animate. Vimos niños bastante pequeños en bici, entre 8 y 10 años, andando un poco más mayores.
Un beso
Monica Gracias Moni! Pero, ¿como que haya llegado en buen estado? ¿Como te pensabas que llegaría? jejeje
Besos
Vane Totalmente cierto,al llegar solo hay un sentimiento de satisfacción, orgullo e ilusión. No te duele nada ;)
Besitos
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