REGALOS DE NAVIDAD: ¿SUSTO O MUERTE?

Se acerca la Navidad y con ella la época del año donde más se regala. En ocasiones se juntan un grupo de amigos, compañeros o simplemente conocidos y hacen el “amigo invisible”, otras veces son clientes los que hacen a los trabajadores un regalo como agradecimiento por el trato recibido y en las menos ocasiones son los jefes lo que premian con un detalle a sus empleados.

Pero, ¿son útiles los regalos recibidos?, ¿se vuelve a regalar lo que nos han regalado a otra persona?

En la mayoría de las ocasiones son regalos denominados de quedar bien, o sea un detallito para salir del paso que no vale para nada. Igual lo pueden poner junto al televisor que en el baño para recordar quien te lo regalo en esos momentos más íntimos.

Principalmente cuando el regalo procede del amigo invisible, pues entre que no sabes bien los gustos de la otra persona y el precio del regalo esta limitado, no sabe uno que comprar y al final termina por el recurrido abrecartas (como si no supiéramos que para los mails no se usa), un pen drive ( normalmente de menor capacidad que el que ya tenemos),un libro ( cuando saben que no te gusta leer) o música( justo el grupo que odias).

Lo de la lectura y la música tiene guasa, pues suele ir el regalo acompañado de la frase: “ya me lo pasas cuando lo termines” o “grábamelo”, o sea el denominado autoregalo. Al que le gusta es al que lo hace y aprovecha en regalártelo y así tenerlo también el, mata dos pájaros de un tiro.

En las empresas, tanto si regala el jefe como los clientes, suele ser “vicio” lo que se regala con más frecuencia. Me explico: alcohol y tabaco o artículos relacionados con esto. Aunque sepan de buena tinta que uno no fuma ni bebe ,hay tiene todos los años su botella de Chivas 12 años o su cajita de puros con su mechero fardon. Pero ¿Dónde esta el jamón ibérico? No conozco a nadie que no le guste. Y es que a veces pienso que este tipo de regalos se hace más para joder que parar otra cosa.

Al menos estos regalos se les pueden dar provecho regalándoselos a otras personas. ¿Quién no ha cogido esa botella de Whisky y se la ha empaquetado al insoportable de su cuñado?, a sabiendas que es abstemio o lo ha aprovechado para un amigo invisible sin ni siquiera quitar la pegatina de felicitación de la empresa.

En fin, menos mal que todos cogemos luego y nos compramos para nosotros mismos aquello que anhelamos o deseamos con más ganas, y si no es el caso siempre te puedes encender un puro y darte a la bebida.